sábado, 5 de noviembre de 2011

Batman Año Uno llega al cine



El sueño de todo batmaniático: ya está entre nosotros la largamente esperada adaptación animada de "Batman: Año Uno" de Frank Miller, autor de aclamadas novelas gráficas como 300, Ronin o Sin City entre otras, que a mediados de la década del ´80 revolucionaron la industria de la historieta norteamericana. Esta miniserie de 4 episodios está considerada unánimemente, tanto por la crítica especializada como por los lectores y realizadores, como uno de los mejores exponentes de la historia del género.

Personaje contradictorio y fascinante a la vez, resulta curioso que Miller, de marcada ideología de derecha, haya sido uno de los más lúcidos y mordaces críticos del estado actual del imperio norteamericano, desnudando la falsedad evidente entre el exaltado ideal del American Dream, tan caro al norteamericano promedio y al establishment, y su costado más oscuro y podrido que acecha en las sombras siempre a punto de estallar, de ahí su obsesión por este héroe oscuro, un vigilante nocturno lleno de contradicciones y matices, que encarna la contracara bastarda del sistema, el mal necesario al que acudir cuando la ley falla, pero que mejor esconder a la luz del día, tema recurrente que subyace en cada una de sus obras, desde la más explícita “Dark Knight Returns” –donde apunta todos sus dardos al manejo distorsivo y onmipotente de los medios masivos de comunicación-, hasta “Martha Washington”, con su crítica al guerrerismo explícito de la política exterior estadounidense y sus consecuencias letales en el resto del mundo.

Batman Año Uno data del año 1987, y, en un principio, fue pensado como un reboot, una vuelta a cero que por ese entonces planeaba la casa editorial DC Comics, para con el alicaído justiciero, revelando el verdadero origen y el primer año de su cruzada contra el crimen. Es así que encarga la tarea de relanzar al personaje a Frank Miller, una joven y ascendente promesa que venía de revolucionar con su planteo innovador a Daredevil, uno de los héroes emblema de Marvel Comics, la principal competidora de DC en el mercado de historietas.

Todo el asunto es narrado, en un montaje alterno más cerca del lenguaje del cine que del cómic, desde el punto de vista del joven e idealista Sargento Gordon (Comisionado Fierro para nosotros) recién llegado a Gotham City (Ciudad Gótica) desde Detroit, y de un veinteañero Bruce Wayne (Bruno Díaz), que retorna tras largos años de errancia por el mundo, exilio autoimpuesto luego del asesinato de sus padres, siendo niño, a manos de un delincuente de poca monta. Cada uno intentará, primero enfrentados y finalmente como aliados, encarar una lucha desigual contra sus enemigos, a su modo y desde ambos lados de la ley, la tarea de uno termina allí donde comienza la del otro, complementándose. Aquí no hay villanos al estilo el Guasón, el Pinguino ni nada de eso. Miller nos sumerge en una Gotham que es el contraste perfecto del tan mentado y prolijo sueño americano: una ciudad sucia, gris, triste, decadente, donde reina la podredumbre, la desesperanza y el caos, la corrupción y la brutalidad policial con su gatillo fácil, la indiferencia de las autoridades, el crimen organizado de las mafias y su red de conexiones e influencias en el mundo de la política y los negocios, prácticamente una ciudad tercermundista en territorio norteamericano, librada a la buena de Dios.

Tampoco aquí aparecen supertrucos ni bati-artefactos, las herramientas de Batman en su cruzada son más bien precarias pero efectivas: aullidos aprendidos en Africa para infundir temor en los delincuentes, o una mezcla heterodoxa entre artes marciales y lucha callejera cuerpo a cuerpo se cuentan entre sus armas principales.

Este contrapunto entre ambos relatos, el de Wayne y el de Gordon, contado en clave de thriller policial con aires noir e híperrealistas, marcaba un quiebre total con cualquier cosa vista hasta ese momento, potenciado en gran medida por el trazo fino de David Mazzuchelli, un dibujante semi desconocido por entonces y dueño de un manejo exquisito del tempo narrativo y la organización de las viñetas, así como ciertos detalles expresivos en los rostros y la originalidad en la caracterización de los complejos personajes de la serie, alejada del trazo grueso y maniqueo que hasta entonces primaba en las historias del hombre murciélago. Es sabido de Christopher Nolan, director de Batman Begins -film con que DC resetea esta franquicia en 2005, luego de las masacres perpetradas por Joel Schumacher en aquellos engendros fílmicos llamados Batman Forever y Batman & Robin-, abrevó profundamente en esta novela gráfica para su visión personal de este legendario personaje.

Según los realizadores de esta adaptación cinematográfica, Lauren Montgomery y Sam Liu, se ha respetado a pie juntillas el arte y la historia pergeñada por Miller, prácticamente cuadro a cuadro y escena por escena. Esperamos con ansia su estreno en los cines locales.